Mi película favorita es 2001: odisea del espacio (2001: a Space Odyssey, 1968) de Stanley Kubrick, con guión de éste y el escritor británico Arthur C. Clarke. He escrito en varias ocasiones sobre ella, sus temas o su influencia en el mundo (aquí y aquí, por ejemplo). En esta nota solamente quiero explicar por qué es mi favorita.
No es la película que más repaso (ni siquiera entre las de Kubrick, que es mi cineasta favorito). No es la película más popular del mundo, ni la más en sintonía con las ideas de moda de la actualidad, ni la más conmovedora (ni la más cerebral, tampoco, aunque vaya que a Kubrick le parecía bueno poner a pensar a su público).
2001 es la película que, dentro de mi propia vida, me hizo pensar de manera distinta en el cine, en las artes y en la conexión de éstas con la vida humana. Gracias a ella vi que esa conexión existía. Gracias a ella empecé a entender el paso del tiempo a mi alrededor, en la memoria ajena y en la propia, a medida que la fecha anunciada por su título llegaba y quedaba atrás. Ver la película fue la experiencia que marcó un antes y un después –un largo después, de años pensando en historias e imágenes– en mi vida interior, en su relación con el resto de lo real.
No todo el mundo definirá sus favoritos (en nada) como yo. Nadie tiene que estar de acuerdo conmigo. La mayoría de las personas, tal vez, no tuvo una experiencia parecida, no sabe que podría tenerla y no le interesaría incluso si lo supiera.
Y la definición, como cualquier otra idea que sostenga un ser humano limitado y cambiante, podría modificarse. Pero es la que es hoy, 26 de julio de 2022: el día en el que Stanley Kubrick habría cumplido 94 años, y sus herederos proponen en redes sociales el uso de la etiqueta #KubrickDay.

Nota: hace cuatro meses que no publicaba aquí. No dejé constancia de las muertes de otros dos artistas maravillosos (es decir, aparte de Kubrick) ni de muchos acontecimientos de esos de diario íntimo. Sigo en la rehabilitación tras aquella cirugía. Ya volveré a regresar. Gracias por venir.
Qué alegría volver a leerte, Maestro Alberto Chimal. No sabía de tu cirugía. Te deseo una buena rehabilitación y completa recuperación. Gracias por tus comentarios que siempre son iluminadores e interesantes.
¡Muchas gracias, María Luisa!
Siento intensa emoción recibir tus interesantes correos.
Se aprende, se aprende mucho. Nos permites ver desde tu mirada más allá de la común.
De corazón te doy las gracias.
Espero que tú recuperación sea pronta.
No he visto Odisea del espacio, lo haré con detenimiento.
Reciban tu y Raquel un abrazo ENORME!
¡Gracias, Lorna! Ojalá que te guste la película. Raquel y yo te mandamos abrazo de vuelta.